Ingredientes para 2 personas

300 gr de costillas de cerdo frescas.
100 gr de fécula de patata.
1 l de aceite de girasol.
20 gr de jengibre fresco.
50 gr de cebolleta fresca.
1 guindilla roja fresca.
10 gr de semillas de sésamo.
1 cucharadita de aceite de sésamo.
2 cucharadas de salsa de soja.
2 cucharadas de vinagre de arroz.
1 cucharada de ketchup.
100 gr de azúcar.
Sal.
Pimienta.
Ajinomoto.
1 cucharada de mermelada de naranja.
1 cucharada de aceite de oliva.

Preparación

Comenzamos poniendo un cazo de agua y otro de aceite de girasol a calentar. Cuando hierva el agua, cocemos las costillas troceadas durante 8 minutos. Las escurrimos y las colocamos en un bol para sazonarlas con una pizca de sal, azúcar, un poco de pimienta y ajinomoto, y la fécula de patata. Mezclamos con la mano. Las freímos en el aceite de oliva hasta que queden muy crujientes y las escurrimos en un plato con papel de cocina y reservamos. 

Para la salsa, cortamos la guindilla en juliana y le quitamos las semillas, picamos el jengibre y la parte blanca de las cebolletas y salteamos todo en una sartén tipo wok. Incorporamos el azúcar y una cucharada de salsa de soja y removemos bien hasta que se haga caramelo. Incorporamos las costillas de cerdo y mezclamos.

A continuación, añadimos la otra cucharada de salsa de soja, el vinagre de arroz, el ketchup, el aceite de sésamo y la mermelada de naranja y mezclamos. Servimos y decoramos con las semillas de sésamo y parte verde picada de la cebolleta.